Cuando llega el momento de pagar la factura de la luz, muchos consumidores se enfrentan a todo un desafío: descifrar los conceptos que conforman el recibo energético. Comprender cada elemento de la factura es crucial para gestionar eficientemente los gastos del hogar e identificar oportunidades de ahorro significativas. En este artículo exploraremos los entresijos de los términos fijos y variables presentes en la factura de la luz, brindándote las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas y optimizar tus costes energéticos, tomando como ejemplo una factura que puedes encontrar en nuestra web.
Comprender los términos fijos y variables
La factura eléctrica incluye diferentes conceptos y términos que pueden resultar un tanto abrumadores y por eso resulta difícil de entender para muchas personas. Uno de los aspectos más importantes para desentrañarla es comprender la existencia de términos fijos y variables, es decir, aquellos que pagamos todos los meses por el hecho de tener el servicio al margen del consumo que realicemos, y aquellos que varían en función del uso que hagamos de la energía.
Cuáles son los términos fijos en la factura de la luz
Los términos fijos representan los cargos recurrentes que se aplican independientemente del consumo de energía real. Estos conceptos son esenciales para mantener el suministro eléctrico y garantizar un servicio confiable. A continuación, analizamos los principales componentes de los términos fijos.
1. El peaje de acceso
El peaje de acceso, también conocido como tarifa de acceso, es un cargo regulado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y podríamos traducirlo como el coste que pagamos por utilizar la red eléctrica. Este importe se destina a cubrir los costes asociados con el transporte y la distribución de la energía eléctrica desde las centrales de generación hasta los hogares de los consumidores. Independientemente de la compañía comercializadora que elijas, el peaje de acceso se aplicará de acuerdo con las tarifas establecidas por la CNMC.
En nuestro ejemplo de factura podemos ver fácilmente qué tarifa de acceso tenemos y cómo se calcula. El tipo de tarifa va a depender de la potencia contratada, aunque todos los contratos de menos de 15kW, como este caso, tienen la tarifa 2.0TD, como se puede ver en el apartado Datos de suministro en el mercado libre de la primera página.
Ahora, en los Datos de factura consultamos el concepto Término Energía Tarifa Acceso y vemos que se distingue el consumo en KWh para tres tramos (P1, P2 y P3), ya que este importe se cobra por cada periodo. Para calcular el coste se multiplican los kilovatios consumidos durante el periodo de facturación por la tarifa de acceso establecida por la CNMC.
2. La potencia contratada
La potencia contratada es un elemento clave en la factura de la luz, ya que representa la cantidad máxima de energía que puedes consumir simultáneamente sin provocar un corte de suministro y se mide en kilovatios (kW).
Es importante seleccionar una potencia adecuada para satisfacer las necesidades energéticas de tu hogar. Una potencia insuficiente puede provocar interrupciones en el suministro, mientras que una potencia excesiva implicará un gasto innecesario en tu factura. Es posible contratar dos potencias diferentes, una para las horas punta y otra para las horas valle, lo que puede representar un ahorro significativo si ajustas correctamente tus hábitos de consumo.
En nuestra factura ejemplo, en el apartado Datos de factura de la imagen anterior vemos que en el Término potencia tarifa acceso aparecen dos tramos, P1 y P3, con la misma potencia contratada, 3,45 kW. El precio del kilovatio hora es diferente y también es fijado por la CNMC. Para obtener el importe, multiplicamos el coste por kilovatio contratado por el número de días del período de facturación.
3. Impuestos
Además de los cargos mencionados anteriormente, la factura de la luz también incluye el pago de dos impuestos: el impuesto sobre la electricidad y el impuesto sobre el valor añadido (IVA).
El impuesto sobre la electricidad grava tanto la potencia contratada (parte fija) como el consumo que se realice (parte variable) y se calcula antes del IVA. En nuestra factura ejemplo podemos ver este coste en el apartado Datos de factura. Se calcula sobre 39,30€, que es la suma de todos los conceptos anteriores.
Este impuesto ha sufrido cambios en los últimos tiempos. Debido a los elevados precios de la electricidad, se redujo hasta un 0,5%. Sin embargo, a lo largo de 2024 se está incrementado para volver a su valor original. Así, de enero a marzo el tipo impositivo fue de 2,5%; de abril a junio de 3,8%; y a partir del 1 de julio del 5,11%.
Otro impuesto relevante es el impuesto sobre el valor añadido (IVA), que se aplica sobre el total de la factura, por lo que volveremos sobre él una vez que hayamos repasado los elementos variables del recibo de la luz.
Cuáles son los términos variables en la factura de la luz
A diferencia de los términos fijos, los términos variables fluctúan según el consumo de energía real. Estos conceptos reflejan el coste directo de la electricidad utilizada y pueden variar significativamente en función de tus hábitos de consumo y la tarifa contratada. Veamos los principales componentes de los términos variables.
1. Consumo de energía
El consumo de energía, medido en kilovatios hora (kWh), representa la cantidad de electricidad utilizada durante el período de facturación. Este término es el más variable de todos, ya que depende directamente de tus hábitos de consumo y del uso que hagas de los electrodomésticos y dispositivos eléctricos en tu hogar.
Para calcular el coste del consumo de energía, se multiplica el número de kWh consumidos por el precio del kilovatio hora establecido en tu tarifa. Este precio puede ser fijo o variable, dependiendo de la tarifa que hayas contratado.
2. Término de energía
El término de energía es el concepto clave que determina el coste real de la electricidad consumida. Este importe se calcula multiplicando el consumo de energía en kWh por el precio del kilovatio hora establecido en tu contrato. Existen diferentes tipos de tarifas disponibles en el mercado, cada una con sus propias características y precios. Más adelante te explicamos cuáles son las más comunes.
Si volvemos al ejemplo, en la factura podemos ver cuál es nuestro consumo de energía y la tarifa que tenemos contratada por kilovatio hora. En Término Energía Tarifa ML vemos que hemos consumido 28 kWh en el periodo 1, 28 kWh en el 2 y 54 kWh en el 3. El precio del kilovatio hora es diferente para cada una de las 3 franjas. Multiplicando el consumo de energía por el precio obtendremos el coste del término de energía.
3. Impuestos
Como ya hemos visto, todos los consumidores deben abonar tanto el impuesto eléctrico como el impuesto sobre el valor añadido. El impuesto eléctrico, que ya explicamos más arriba cómo se calcula, está además sujeto al pago del IVA.
El IVA se calcula aplicando un porcentaje sobre el total de la factura, incluyendo los términos fijos y variables, y también ha sufrido diversas modificaciones en los últimos tiempos debido a la crisis energética. Originalmente era de un 21%, que se redujo hasta el 10% en julio de 2021 y luego hasta un 5% en junio de 2022.
En 2024 ha habido un nuevo cambio que condiciona el IVA al coste de la energía. De esta forma, cuando el precio del megavatio hora en el mercado mayorista esté por encima de 45 euros se aplicará un IVA rebajado al 10% sobre el recibo de la luz. En caso de que el precio esté por debajo, el IVA será del 21%. Así, ya sabemos que en la factura de julio de 2024 se aplicará el IVA reducido del 10%, ya que en el mes anterior el precio medio en el mercado mayorista fue de 56,08€.
Entiende mejor tu factura de la luz
Ahora que conoces los diferentes términos que componen la factura de la luz, es momento de profundizar en cómo identificarlos y comprender su impacto en tu recibo energético.
Cómo identificar los términos fijos y variables en tu factura
La mayoría de las facturas de la luz presentan una estructura similar, con secciones claramente definidas para los términos fijos y variables. Generalmente, encontrarás los siguientes apartados:
- Resumen de la factura. En la parte superior suele aparecer la información más relevante, como el número de factura, la fecha de emisión y de facturación, el importe, los datos del titular del contrato y de la dirección de suministro.
- Datos de factura y de suministro. Puede aparecer desglosada en diferentes secciones, pero en todas las facturas encontraremos información sobre la tarifa o producto contratado, fecha de vencimiento, forma de pago, entidad bancaria y número de cuenta. También debe aparecer el número CUPS (Código Universal de Punto de Suministro), dirección del suministro, tarifa de acceso, potencias contratadas, y los datos de la comercializadora y la distribuidora.
Desglose de la factura. Este apartado nos ayuda a entender cómo se distribuyen los términos fijos y variables de nuestro recibo. A través de un gráfico vemos qué cantidad corresponde a la energía, a los peajes de transporte y distribución, a impuestos y a otros conceptos, como cargos o alquiler del contador. En nuestra factura ejemplo, podemos ver toda esta información resumida en Destino del importe de la factura.
Evolución del consumo. Aquí encontrarás un gráfico con el histórico de consumo realizado en los últimos meses, así como el consumo medio diario de los últimos meses y durante el periodo de facturación.
Dónde está la lectura del contador
La lectura del contador es la cifra que registra la energía que consumimos y, por tanto, es el dato que se utiliza para calcular cuánto se nos va a cobrar en concepto de energía utilizada. En la factura podremos ver la lectura actual y la anterior del contador, así como la diferencia entre ambas, que es el consumo de ese periodo. En caso de que tengamos una tarifa con franjas horarias, veremos el desglose de cada una de ellas.
En nuestro ejemplo vemos cómo se diferencia entre la energía activa y la reactiva. La energía activa es la que se convierte en movimiento o calor y la que utilizan nuestros electrodomésticos. Por su parte, la energía reactiva es aquella que producen los aparatos que funcionan con motores o transformadores como pueden ser los ascensores o los fluorescentes. En este caso, toda la energía consumida ha sido reactiva.
Tipos de tarifas
Existen diferentes tipos de tarifas eléctricas disponibles en el mercado, cada una con sus propias características y precios. Las más comunes son:
- Tarifa fija. Ofrece un precio único por kWh durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Es ideal para hogares con un consumo regular y constante.
- Tarifa con discriminación horaria. Presenta tres precios diferentes según el momento del día y la temporada: precio punta (el más alto), precio llano y precio valle (el más bajo). Es recomendable para aquellos consumidores que pueden ajustar su consumo a las horas de menor demanda energética.
- Tarifa a precio de coste. Se basa en el precio del mercado mayorista de la electricidad. En lugar de tener un precio fijo, el precio de la electricidad varía en función de la oferta y la demanda en el mercado. Los usuarios que optan por esta tarifa se benefician de los precios más bajos en momentos de menor demanda y pueden ajustar su consumo en consecuencia.
Elige la tarifa que mejor se adapte a tus hábitos de consumo para optimizar tus costes energéticos.
Cómo reducir la factura de la luz
Ahora que has adquirido un conocimiento sólido sobre los términos fijos y variables de la factura de la luz, es momento de poner en práctica algunas estrategias para reducir tus costes energéticos:
- Ajusta la potencia contratada. Revisa periódicamente la potencia contratada y asegúrate de que sea la adecuada para tus necesidades. Si excesiva, puedes solicitar un cambio de potencia a tu comercializadora y ahorrar en el término fijo de tu factura. Por otro lado, si la potencia es insuficiente y experimentas cortes de suministro frecuentes, puede ser necesario aumentarla.
- Reducir la energía consumida. Adopta hábitos de consumo responsables y eficientes. Apaga los electrodomésticos y luces cuando no los necesites, utiliza electrodomésticos de alta eficiencia energética y aprovecha la luz natural siempre que sea posible. Pequeños cambios en tus hábitos pueden tener un impacto significativo en tu factura de la luz.
- Elegir tarifas que se adapten a tus hábitos de consumo. Analiza tus patrones de consumo y selecciona la tarifa que mejor se adapte a tus necesidades. Si tu consumo es constante durante todo el día, una tarifa fija puede ser la opción más conveniente. Por otro lado, si puedes concentrar tu consumo en las horas valle, una tarifa con discriminación horaria puede representar un ahorro considerable. Por último, la tarifa a precio de coste puede ser una alternativa a considerar, especialmente para consumidores más informados y proactivos, ya que esta opción puede ser más adecuada para aquellos dispuestos a monitorear de cerca los precios del mercado y ajustar su consumo en consecuencia.
Elegir la tarifa adecuada puede significar un ahorro considerable en tu factura de la luz. Es fundamental analizar tus patrones de consumo y seleccionar la opción que mejor se adapte a tus necesidades y hábitos.
Al comprender los términos fijos y variables de la factura de la luz, estarás mejor preparado para tomar decisiones informadas y optimizar tus gastos energéticos. Recuerda que pequeños ajustes en tus hábitos de consumo y la elección de la tarifa adecuada pueden tener un impacto significativo en tu bolsillo. ¡Empieza a desvelar los misterios de tu factura de la luz y disfruta de un consumo energético más eficiente y asequible!