El certificado verde acredita que la energía consumida por una empresa proviene de fuentes renovables. Obtener este certificado permite a las compañías demostrar su compromiso con la sostenibilidad, mejorar su imagen corporativa, atraer a clientes e inversores preocupados por el medio ambiente, y cumplir con normativas legales y estándares internacionales. Además, facilita el acceso a mercados y concursos públicos, y contribuye a una gestión energética más eficiente y responsable. Con un certificado verde una empresa se posiciona como líder en responsabilidad ambiental y en el uso de energías limpias.
Qué es el certificado verde para empresas
El proceso se inicia con la llamada garantía de origen (GdO), una acreditación que asegura que un número determinado de megavatios hora de energía eléctrica producidos en una central determinada han sido generados a partir de fuentes de energía renovables o de cogeneración de alta eficiencia. Es decir, cada megavatio hora que se genera en un parque renovable está avalado con una garantía de origen.
En España es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la que concede esta certificación a los productores de energía. Una garantía de origen es válida durante un año a partir de su fecha de producción. Durante este periodo se puede comprar y vender, mediante un proceso conocido como transferencia. Así, los productores de energía traspasan esta certificación a las comercializadoras. Verificar este proceso, tarea que también lleva a cabo la CNMC, es fundamental, ya que una vez que la garantía de origen se marca como utilizada no puede ser redimida nuevamente.
Si una empresa quiere demostrar su compromiso medioambiental es aconsejable que utilice energía renovable, ya que esto le ayudará a mejorar su imagen, atraer clientes e inversores y a cumplir con normativas vigentes. Para ello, debe acreditar su consumo de energías limpias.
Qué requisitos necesito para obtener el certificado verde
En España existe un mecanismo regulado que asegura la gestión y actualización de la titularidad y control de las garantías de origen otorgadas a la electricidad generada a partir de fuentes de energía renovables. Como hemos explicado anteriormente, la CNMC es la que expide el certificado a los productores de energía. Tras verificar la información, asigna un código de identificación único a cada garantía de origen. Posteriormente, son las comercializadores las que compran las garantías de origen a los productores.
Si una empresa quiere obtener el certificado verde, en primer lugar, debe consultar a su comercializadora si suministra energía proveniente de fuentes renovables certificadas. Si se trata de un nuevo contrato se puede negociar desde el principio; en caso de que se trate de un contrato en vigor, quizás sea necesario renegociarlo o cambiar de comercializadora. Es importante tener en cuenta que el suministro de energía verde puede tener algún sobrecoste en nuestra factura, aunque los beneficios en la imagen de la empresa pueden compensar dicho coste.
Proceso de redención de garantías de origen
Una vez que nos hemos asegurado de contar con un proveedor de energía renovable que ofrece garantías de origen, es necesario que se nos asignen dichas garantías. Este proceso se conoce como redención de garantías de origen y consiste en la asignación de la garantía a un consumidor de electricidad identificado a través de su CUPS. Este trámite debe realizarlo un comercializador o el titular de una instalación ante la CNMC.
Obtener el certificado de forma digital si ya lo tienes contratado
Una vez que la CNMC lleva a cabo las comprobaciones oportunas, el consumidor, en este caso la empresa, puede descargar en la web los informes que acreditan la redención de las garantías de origen y, por tanto, que consume energía verde. Una garantía de origen tiene una vigencia de doce meses a partir de su fecha de producción. Por tanto, una vez pasado este periodo será necesario iniciar nuevamente el proceso para obtener la redención.
Si ya hemos acordado con nuestra comercializadora el suministro de energías renovables esto seguirá siendo así durante la vigencia del contrato, pero esta deberá solicitar nuevamente la transferencia de las garantías de origen. Una vez validadas, la empresa podrá volver a descargar en la web de la CNMC los informes de redención correspondientes al nuevo periodo.
Como hemos visto, la obtención del certificado verde no solo demuestra el compromiso de la empresa con el medio ambiente, sino que también puede mejorar su imagen corporativa y permitirle cumplir con regulaciones ambientales.
Beneficios de conseguir un certificado verde
Conseguir un certificado verde ofrece múltiples beneficios para las empresas. En primer lugar, facilita la reducción de costes energéticos al promover el uso de energías renovables, lo que puede resultar en tarifas más bajas y mayor eficiencia energética. Además, tener este certificado mejora el impacto positivo en la reputación de la empresa, ya que demuestra un compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente, atrayendo a clientes e inversores preocupados por estos temas. Asimismo, garantiza el cumplimiento normativo y la responsabilidad social, alineándose con las normativas y estándares ambientales, lo que puede abrir puertas a nuevas oportunidades de negocio y facilitar la participación en licitaciones públicas.