La subasta eléctrica es un mecanismo clave en la determinación del precio de la energía en el mercado mayorista. Este precio no solo influye en los costes de producción y distribución de la electricidad, sino que también tiene un impacto directo en la factura de la luz que pagan tanto los hogares como las empresas. En este blog, exploramos cómo se fija el precio en la subasta eléctrica, por qué este proceso se traslada a la factura final y cómo los diferentes tipos de tarifas eléctricas se ven afectadas por este sistema. ¡Vamos allá!
¿Cómo se fija el precio en la subasta eléctrica?
El precio de la electricidad en el mercado mayorista se determina a través de un proceso conocido como subasta eléctrica. Este mecanismo, gestionado por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), es fundamental para equilibrar la oferta y la demanda de energía en tiempo real. Las empresas generadoras ofertan la energía que pueden producir a un precio determinado, y las comercializadoras compran esa energía para satisfacer la demanda de sus clientes. El precio final de la electricidad se establece en función de la última oferta aceptada para cubrir la demanda, conocida como «precio marginal». Este precio no solo afecta a los costes de producción, sino que también se traslada directamente a la factura de los consumidores, especialmente a aquellos con tarifas indexadas al mercado diario.
Mecánica de la subasta diaria
La subasta eléctrica es un proceso diario en el que las empresas generadoras de electricidad ofertan la energía que pueden producir, y las comercializadoras compran esa energía para satisfacer la demanda de sus clientes. Como hemos mencionado, este proceso se realiza a través del mercado eléctrico gestionado por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE).
En la subasta, las ofertas se ordenan de menor a mayor precio, y se van aceptando hasta cubrir la demanda prevista para cada hora del día siguiente. El precio final de la electricidad para cada hora se establece en función de la última oferta aceptada, conocida como «precio marginal». Por ejemplo, si la demanda es alta y se necesita recurrir a centrales de generación más costosas, como las de gas, el precio marginal será más elevado.
Ejemplo práctico:
Supongamos que la demanda prevista para una hora específica es de 100 MWh. Las ofertas recibidas son las siguientes:
- 20 MWh a 10 €/MWh.
- 30 MWh a 20 €/MWh.
- 25 MWh a 30 €/MWh.
- 25 MWh a 40 €/MWh.
Las ofertas se ordenan de menor a mayor precio y se van aceptando hasta cubrir la demanda:
- Se aceptan los 20 MWh a 10 €/MWh.
- Se aceptan los 30 MWh a 20 €/MWh.
- Se aceptan los 25 MWh a 30 €/MWh.
- Finalmente, se aceptan 25 MWh a 40 €/MWh para cubrir los 100 MWh necesarios.
El precio marginal para esa hora será de 40 €/MWh, que es el precio de la última oferta aceptada. Todas las ofertas aceptadas recibirán este precio, independientemente de su oferta inicial.
Factores influyentes
Varios factores influyen en el precio final de la electricidad en la subasta:
Oferta y demanda. La cantidad de energía disponible y la demanda en cada momento son determinantes. Si la demanda es alta y la oferta escasa, los precios suben.
Condiciones climáticas. El clima afecta tanto a la generación de energías renovables (como la eólica y la solar) como a la demanda (por ejemplo, en días muy fríos o calurosos). Por ejemplo, un día soleado puede aumentar la generación solar, reduciendo los precios, mientras que un día nublado o sin viento puede aumentar la dependencia de fuentes más costosas.
Disponibilidad de energías renovables. Cuando hay un alto porcentaje de generación renovable, los precios tienden a ser más bajos, ya que estas fuentes tienen costes marginales cercanos a cero. Sin embargo, la intermitencia de estas fuentes puede llevar a picos de precios cuando no están disponibles.
Fluctuaciones y estacionalidad
Los precios de la electricidad no son constantes, sino que varían a lo largo del día y del año. Durante las horas punta (por ejemplo, por la mañana y por la noche), los precios suelen ser más altos debido al aumento de la demanda. Por el contrario, en las horas valle (como la madrugada), los precios tienden a ser más bajos.
Además, existe una estacionalidad marcada: en invierno y verano, los precios suelen ser más elevados debido al mayor consumo de calefacción y aire acondicionado, respectivamente. En primavera y otoño, los precios suelen ser más moderados.
Ejemplo de variación diaria:
- Hora punta (20:00 – 22:00). Precio de 0.25 €/kWh
- Hora valle (02:00 – 06:00). Precio de 0.10 €/kWh
Ejemplo de variación estacional:
- Invierno (diciembre – febrero). Precio medio de 0.20 €/kWh
- Verano (junio – agosto). Precio medio de 0.18 €/kWh
- Primavera (marzo – mayo). Precio medio de 0.15 €/kWh
- Otoño (septiembre – noviembre). Precio medio de 0.16 €/kWh
Por qué el proceso de fijación de precios de la subasta eléctrica se traslada a la factura final
En la transmisión de costes, el precio resultante de la subasta eléctrica se traslada directamente a los consumidores, especialmente a aquellos que tienen tarifas indexadas al mercado diario, como la tarifa PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor). En estas tarifas, el coste de la energía en la factura refleja las fluctuaciones diarias del mercado.
Para los consumidores con tarifas fijas, el impacto de la subasta es menos directo, ya que el precio de la energía se negocia a medio o largo plazo. Sin embargo, incluso en estos casos, los precios de las subastas influyen en los costes que las comercializadoras deben asumir, lo que puede afectar a las tarifas ofrecidas.
Ejemplo de transmisión de costes:
- Tarifa PVPC. Si el precio medio de la subasta es de 0.15 €/kWh, el consumidor pagará ese precio más los costes de transmisión, distribución e impuestos.
- Tarifa fija. Si el precio fijado es de 0.18 €/kWh, el consumidor pagará ese precio independientemente de las fluctuaciones del mercado, pero este precio se habrá fijado en base a las expectativas de precios de la subasta a medio plazo.
Ejemplos numéricos
Imaginemos algunos escenarios de consumo:
- Escenario A. Un hogar con tarifa PVPC consume 300 kWh en un mes con precios altos en la subasta (por ejemplo, en invierno). Si el precio medio de la electricidad es de 0.20 €/kWh, el coste de la energía sería de 60 €.
- Escenario B. El mismo hogar consume 300 kWh en un mes con precios bajos (por ejemplo, en primavera). Si el precio medio es de 0.10 €/kWh, el coste de la energía sería de 30 €.
- Escenario C. Un hogar con discriminación horaria consume 200 kWh en horas punta a 0.25 €/kWh y 100 kWh en horas valle a 0.10 €/kWh. El coste total sería de (200 * 0.25) + (100 * 0.10) = 50 + 10 = 60 €.
- Escenario D: El mismo hogar consume 100 kWh en horas punta a 0.25 €/kWh y 200 kWh en horas valle a 0.10 €/kWh. El coste total sería de (100 * 0.25) + (200 * 0.10) = 25 + 20 = 45 €.
Estos ejemplos ilustran cómo las variaciones en la subasta y el tipo de tarifa pueden afectar directamente a la factura final.
Tipos de tarifas eléctricas y su relación con la subasta eléctrica
El tipo de tarifa eléctrica que elijas puede influir significativamente en cómo te afectan las fluctuaciones de precios resultantes de la subasta eléctrica. Dependiendo de si optas por una tarifa del mercado regulado o del mercado libre, y del tipo de tarifa específica que contrates, el impacto de la subasta en tu factura será diferente. Analizamos los principales tipos de tarifas y su relación con la subasta eléctrica.
Mercado regulado (PVPC)
La tarifa PVPC está directamente vinculada al mercado diario. Los consumidores que optan por esta tarifa ven reflejados en su factura los precios horarios de la subasta eléctrica. Esto significa que su factura puede variar significativamente de un mes a otro, dependiendo de las fluctuaciones del mercado.
Mercado libre
En el mercado libre, los consumidores pueden elegir entre diferentes tipos de tarifas:
- Tarifa fija. El precio del kWh se mantiene constante durante un periodo determinado, independientemente de las variaciones en la subasta. Esto ofrece estabilidad, pero puede resultar más caro si los precios del mercado bajan.
- Tarifa a precio de coste. Similar a la PVPC, esta tarifa refleja los precios del mercado diario, pero con la posibilidad de incluir descuentos o bonificaciones.
- Tarifa con discriminación horaria. Ofrece precios diferentes según la hora del día, incentivando el consumo en horas valle cuando los precios son más bajos. Estas tarifas suelen negociarse a medio plazo, por lo que no están tan directamente afectadas por las subastas diarias.
Ejemplo de tarifa fija:
- Precio fijo. 0.18 €/kWh durante 12 meses.
- Ventaja. Estabilidad en la factura.
- Desventaja. Si los precios del mercado bajan a 0.12 €/kWh, el consumidor sigue pagando 0.18 €/kWh.
Ejemplo de tarifa a precio de coste:
- Precio variable. Indexado al mercado diario con un descuento del 5%.
- Ventaja. Posibilidad de ahorro si los precios del mercado bajan.
- Desventaja. Factura variable, con posibles aumentos si los precios suben.
Ejemplo de tarifa con discriminación horaria:
- Horas punta. 0.25 €/kWh (de 18:00 a 22:00).
- Horas valle. 0.10 €/kWh (de 22:00 a 18:00).
- Ventaja. Ahorro si se concentra el consumo en horas valle.
- Desventaja. Requiere adaptar los hábitos de consumo.