La agricultura es un sector esencial en nuestra sociedad: es el motor de la producción de alimentos y una pieza fundamental en la economía de muchos países. Sin embargo, este sector se enfrenta a numerosos desafíos, como el encarecimiento de la energía. Por ese motivo, caminar hacia fuentes de energía renovable se ha convertido en una opción de gran atractivo para la agricultura.
En este artículo, exploraremos la problemática actual en el sector agrario en materia de energía y su situación frente a soluciones renovables. ¿Te quedas a leer?
Problemática actual por los costes de la energía en el sector agrario
Durante siglos y hasta hace unos años, la agricultura era una actividad sostenible en sí misma, ya que solo necesitaba la energía solar para producir alimentos. Sin embargo, desde la industrialización y gracias a los avances tecnológicos, este sector ha experimentado un gran crecimiento. Este desarrollo del sector agrario ha tenido su eco en el consumo energético, el cual ha aumentado de manera considerable en las dos últimas décadas. Se calcula que, en 2018, fue de 2.500 ktep (toneladas equivalentes de petróleo), lo cual supone un 3,2% sobre la demanda de energía final en España. ¿Qué tipo de energía es la que se ha estado empleando principalmente para abastecer energéticamente a este sector? Energía fósil no sostenible, principalmente electricidad y gasóleo. Estas energías se emplean para los invernaderos, la maquinaria y el transporte, y también el propio regadío.
Si al encarecimiento de la energía de los últimos años (especialmente tras el estallido del conflicto entre Ucrania y Rusia) le sumamos las consecuencias que el cambio climático está teniendo sobre las cosechas, obtenemos como resultado un desequilibrio en la balanza energética del sector agrario. La energía aportada ya no es inferior a la que se obtiene de las cosechas. Por lo tanto, es más importante que nunca apostar por soluciones renovables y sostenibles en el sector agrario.
¿Qué tipos de energías se utilizan en la agricultura?
Como hemos mencionado, en la agricultura, la electricidad y el gasóleo son los principales recursos utilizados.
- La electricidad se emplea en maquinaria, sistemas de regadío, drenajes y bombeos de agua, calefacciones para invernaderos, transformación y conservación de alimentos…
- El gasóleo se utiliza en tractores y otros vehículos agrícolas que sirven para transportar los productos de un lugar a otro, y hasta el consumidor final.
La dependencia de estos combustibles fósiles no solo supone un gasto importante, sino que también contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire.
Ventajas de las energías renovables en el sector agrario
La transición hacia las energías renovables ofrece una serie de ventajas para el sector agrario:
- En primer lugar, puede ser más asequible a largo plazo, reduciendo los costes operativos y mejorando la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.
- Contribuyen a la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono, lo que es fundamental en un mundo que lucha contra el cambio climático.
- Mejora el rendimiento del terreno, ya que en el mismo espacio se produce la energía y los productos agrícolas.
- Impulsan el autoconsumo, de manera que la energía generada reduce el consumo eléctrico.
Fuentes renovables que se aplican en la agricultura
En el sector agrario ya se emplean energías renovables, limpias y sostenibles. Algunas de las renovables más comunes en este sector son:
- Energía solar. Es la más empleada en el sector, ya que las horas con mayor intensidad solar son las de mayor necesidad de riego, por ejemplo. Se utiliza para generar electricidad y alimentar sistemas de iluminación, maquinaria agrícola y equipos electrónicos en las explotaciones agrícolas. También para calentar el agua que se utiliza en los procesos agrícolas (desinfección e higiene principalmente).
- Energía eólica. Los aerogeneradores funcionan como fuente de energía para la maquinaria agrícola y otras necesidades eléctricas de las granjas.
- Biomasa. Se emplea para producir electricidad o biogás a partir de residuos agrícolas, como restos de cultivos, estiércol o residuos de cosechas.
Subvenciones para la instalación de renovables en el sector agrario
Para fomentar la adopción de energías renovables en el sector agrario, los organismos oficiales ponen a disposición de la ciudadanía subvenciones y programas de apoyo.
Ayuda del Fondo Nacional de Eficiencia Energética
Una de las más notorias es el programa para la realización de actuaciones de eficiencia energética, que fue aprobado por el Consejo de Ministros, y que se recoge en el Real Decreto 1126/2021, de 21 de diciembre. Estas ayudas se coordinan a través del IDAE, aunque la gestión corre a cargo de las distintas comunidades y ciudades autónomas.
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Fondos Next Generation)
En 2021, se aprobó, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, el Real Decreto 477/2021, de 29 de junio; se trata de un paquete de medidas que tienen como objetivo impulsar el desarrollo de la energía solar fotovoltaica en distintos sectores. El agrícola puede optar al programa de incentivos 2, que está centrado en los sectores productivos de la economía. Gracias a esta subvención, es posible ahorrar hasta un 50% para la instalación de paneles fotovoltaicos.
No solamente se contempla la instalación de placas solares, también baterías, sistemas de almacenamiento, marquesinas fotovoltaicas y sistemas de aerotermia. Los requisitos para percibir esta ayuda son los siguientes:
- El sistema debe incluir un contador que monitorice el consumo y la generación de energía.
- Se debe consumir el 80% de la energía que se produzca.
La cantidad de las ayudas varía en función del municipio. En algunas zonas rurales, puede ascender a los 40-45 €/kWp, y 15 € por kWp extra.
Evolución de las energías renovables en la agricultura
En los últimos años, hemos sido testigos de una rápida evolución en la adopción de energías renovables en la agricultura. Cada vez más explotaciones agrícolas están invirtiendo en paneles solares y sistemas eólicos para cubrir parte o la totalidad de sus necesidades energéticas.
Esta tendencia está impulsada por la conciencia medioambiental, los incentivos financieros y la búsqueda de una mayor independencia energética.
¿Qué son los cultivos energéticos?
En la agricultura se ha desarrollado una nueva perspectiva: la producción de «cultivos energéticos». Estos cultivos, como la caña de azúcar o el maíz, se destinan a la producción de biocombustibles, lo que permite aprovechar la tierra agrícola para generar energía de manera sostenible.
De acuerdo con los datos manejados por la EEA (Agencia Europea del Medio Ambiente), las primeras 6.800 hectáreas de cultivos energéticos comenzaron a plantarse en 2004, hace ahora casi 20 años. La cifra aumentó hasta 25.610 el año siguiente, llegando hasta las 223.467. La misma institución estima que para 2030 la Unión Europea produzca 147 millones de ktep (tonelada equivalente de petróleo), con casi el 90% de producción agraria en siete países entre los cuales se encuentra España.
En resumen, la agricultura se enfrenta a desafíos relacionados con los costes de la energía, pero la adopción de fuentes de energía renovable se está convirtiendo en una solución prometedora. La transición hacia las energías renovables no solo puede ayudar a reducir los gastos operativos, sino que también contribuye a la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, lo que beneficia a largo plazo tanto a los agricultores como a la sociedad en general. Además, la promoción de los cultivos energéticos abre nuevas oportunidades para la agricultura en la producción de biocombustibles.
Si estás pensando en instalar paneles de autoconsumo en tu explotación agrícola, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros. Desde Eleia, te ofreceremos asesoramiento totalmente personalizado, y responderemos a todas tus dudas. ¡Súmate a la revolución verde!