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baterias de litio

Cuáles son las innovaciones en el almacenamiento de energías renovables

La revolución de las energías renovables está transformando la manera en la que generamos y consumimos electricidad. Sin embargo, este cambio no está exento de retos. Uno de los más importantes es su intermitencia: la solar y la eólica dependen del sol y del viento, y no siempre coinciden con los momentos en los que más energía se necesita.

En este contexto, el almacenamiento energético se ha convertido en un componente esencial del nuevo modelo eléctrico. Permite guardar la energía renovable cuando sobra y utilizarla cuando escasea. Su papel es clave para garantizar un suministro continuo, seguro y sostenible, mientras facilita la transición hacia un sistema basado en fuentes limpias y descentralizadas.

Qué tecnologías de almacenamiento de energías renovables se utilizan más actualmente

1. Baterías de ion-litio (BESS)

Funcionan mediante un proceso electroquímico que desplaza iones de litio entre el ánodo y el cátodo. Son rápidas, modulares y muy eficientes, lo que las hace ideales para adaptarse a distintos usos, desde viviendas hasta plantas industriales.

Se utilizan mayoritariamente con energía solar fotovoltaica y eólica, tanto para autoconsumo como para respaldo en la red.

Ejemplo destacado. En Puertollano, Iberdrola ha instalado una batería de 40 MWh junto a su planta solar. Este sistema almacena la energía producida durante el día y la inyecta a la red cuando la generación baja o la demanda aumenta, mejorando la estabilidad.

2. Bombeo hidráulico

Consiste en dos embalses a distinta altura. Cuando hay excedente de energía renovable, se bombea agua al embalse superior. Cuando se necesita electricidad, el agua desciende pasando por turbinas generadoras. Esta tecnología ofrece alta eficiencia y gran capacidad de almacenamiento.

Se emplea habitualmente en combinación con energía solar y eólica, siendo ideal para sistemas insulares o montañosos.

Ejemplo destacado. La central reversible Soria-Chira en Gran Canaria almacenará hasta 3,5 GWh. Permitirá equilibrar una red insular con alta penetración renovable y garantizar la firmeza del sistema sin combustibles fósiles.

3. Baterías de flujo redox

Almacenan energía en electrolitos líquidos que circulan entre tanques separados y una celda electroquímica. Permiten escalar potencia y capacidad por separado, lo que las hace útiles para instalaciones de gran tamaño y operación prolongada.

Muy utilizadas con parques solares y eólicos.

Ejemplo destacado. En Escocia, Invinity Energy Systems ha instalado un sistema de 2 MW/8 MWh para estabilizar redes insulares con energía renovable.

4. Aire comprimido (CAES)

Usa excedentes eléctricos para comprimir aire y almacenarlo bajo tierra. Al liberarse, el aire impulsa turbinas para generar electricidad. Nuevas versiones isotérmicas mejoran su eficiencia.

Utilizadas en grandes plantas solares o eólicas, donde existen condiciones geológicas adecuadas.

Almacenamiento aire comprimido CAES

Ejemplo destacado. Hydrostor en California construye una planta de 500 MW/4.000 MWh en cavernas submarinas, convirtiéndose en uno de los mayores sistemas de almacenamiento energético del mundo.

5. Sistemas de sales fundidas

Aplicados en plantas solares de concentración. Las sales fundidas se calientan hasta 600 °C y almacenan esa energía térmica durante horas, que luego se convierte en electricidad mediante turbinas de vapor.

Exclusivos de energía solar termoeléctrica.

Ejemplo destacado. Gemasolar (Sevilla) es pionera mundial con una capacidad de hasta 15 horas de almacenamiento térmico, generando electricidad incluso de noche.

Qué sistemas de almacenamiento están en desarrollo o son tecnologías emergentes

  • Baterías de estado sólido. Utilizan electrolitos sólidos. Prometen más seguridad, vida útil y densidad energética que las de ion-litio. Se espera su despliegue comercial en la próxima década.
  • Hidrógeno verde. Generado por electrólisis usando energía renovable. Puede almacenarse y transformarse nuevamente en electricidad o emplearse en transporte e industria. Ideal para almacenamiento estacional o de largo plazo.
hidrógeno verde

Ejemplo. HyGreen Provence (Francia) y la Plataforma Catalina (España) combinan eólica e hidrógeno en proyectos de gran escala.

  • Almacenamiento gravitacional. Eleva pesos pesados con energía renovable y los deja caer para generar electricidad. Destaca por su durabilidad (más de 50 años) y mínima degradación.

Ejemplo. Energy Vault en Suiza y Gravitricity en Reino Unido ya desarrollan prototipos con esta tecnología.

Ejemplos de aplicación real de tecnologías de almacenamiento de energías renovables

Además de los ya mencionados, encontramos casos destacados de almacenamiento como:

Proyecto 1: Central Hidrostor (California, EE.UU.)

Hydrostor está desarrollando una de las mayores instalaciones de aire comprimido (CAES) del mundo en California. Esta planta utilizará cavernas submarinas para almacenar aire comprimido generado con energía renovable durante los momentos de baja demanda. Cuando se requiera energía, el aire será liberado para accionar turbinas y generar electricidad. Con una potencia proyectada de 500 MW y una capacidad de almacenamiento de hasta 4.000 MWh, esta infraestructura pretende ofrecer respaldo prolongado y resiliente a un sistema energético altamente dependiente de la solar y la eólica.

Este proyecto ejemplifica cómo el CAES puede escalar a niveles comparables con grandes centrales térmicas, y con una huella de carbono mucho menor.

Proyecto 2: Distrito energético “La Rosaleda” (Málaga, España)

“La Rosaleda” es un modelo pionero de comunidad energética urbana. Este barrio integra 1,5 MW de energía solar fotovoltaica con un sistema de almacenamiento BYD de 600 kWh, todo gestionado mediante una plataforma inteligente de Siemens. La microred resultante permite que los usuarios locales compartan energía, optimicen su consumo y participen activamente en la transición energética.

El resultado es una reducción del 40% en los costes energéticos para los vecinos y una mejora significativa en la autosuficiencia energética del distrito. Esta iniciativa demuestra que el almacenamiento no solo tiene sentido en grandes instalaciones, sino también en entornos urbanos y colectivos.

Otros proyectos relevantes en Europa y EE.UU.

  • Flow Batteries for Grid Storage (California). Esta planta opera con tecnología de vanadio, ofreciendo 20 MW/80 MWh, y está diseñada para estabilizar la red frente a la intermitencia renovable.
  • Invinity Energy Systems (Escocia). Ha instalado baterías de flujo de 2 MW/8 MWh para garantizar la estabilidad energética en islas y entornos aislados.
  • Proyecto ADELE (Alemania). Una de las primeras iniciativas en aplicar almacenamiento adiabático mediante aire comprimido, con una capacidad de 90 MW.
  • Iniciativas destacadas en España
  • Central reversible Soria-Chira (Gran Canaria). Proyecto de bombeo hidráulico de 200 MW y 3,5 GWh de capacidad, clave para garantizar estabilidad energética en una red aislada.
  • Power to Green Hydrogen Mallorca. Combina 8 MW de electrolizadores con generación renovable para producir hidrógeno verde, que se utilizará en movilidad y generación posterior.
  • Plataforma Catalina (Andorra). Integra 48 MW de eólica con hidrógeno verde, creando una solución híbrida para almacenamiento y uso industrial.
  • Megabaterías de Iberdrola y NextEra. En Australia y Florida, respectivamente, ambas empresas han desarrollado sistemas que superan los 400 MW, almacenando energía de parques solares y eólicos para balanceo de red.
  • Proyecto “SunShares” (Barcelona). Permite el autoconsumo comunitario de 300 viviendas a través de baterías Sonnen con una capacidad agregada de 2 MWh.
almacenamiento de energía renovables

Cómo se integra el almacenamiento de energía renovable con el autoconsumo y redes inteligentes

El almacenamiento cobra su máximo valor cuando se integra con autoconsumo, redes inteligentes y comunidades energéticas. Esta integración facilita la gestión eficiente de la energía generada y su distribución en red.

  • Sistemas híbridos como los DC-coupled combinan fotovoltaica y baterías con inversores inteligentes, alcanzando eficiencias del 95%.
    Ejemplo: Proyecto REACT (Canarias), que combina solar, eólica e hidrógeno con almacenamiento en una red gestionada digitalmente.
  • Redes inteligentes y microredes locales, como la Brooklyn Microgrid en EE.UU., permiten operar aisladas en caso de apagones y gestionar energía entre vecinos con blockchain.
  • Comunidades energéticas como la de Crevillent (Alicante), gestionan colectivamente generación y almacenamiento, reduciendo costes y aumentando la autonomía.
  • Gracias al almacenamiento, hogares y empresas pueden participar como proveedores activos de servicios de red: desde regulación de frecuencia hasta venta de excedentes a través de plataformas como Fluence (Australia).

Todo esto es posible gracias a avances normativos como el Real Decreto 244/2019 en España, la directiva europea RED II y tecnologías de comunicación como el estándar IEC 61850.

Apagón del 28 de abril: el almacenamiento como elemento de estabilidad en sistemas con alta penetración renovable

El crecimiento de las energías renovables, especialmente la solar fotovoltaica, introduce nuevos condicionantes en la operación de los sistemas eléctricos. Aunque estas fuentes contribuyen significativamente a la descarbonización, su variabilidad requiere mecanismos de apoyo que garanticen la estabilidad del suministro ante caídas súbitas de generación.

El 28 de abril de 2025, se produjo un apagón que afectó a gran parte de la península ibérica. Según Red Eléctrica de España (REE), se registró una pérdida instantánea de más de 15.000 MW, cerca del 60 % de la generación total del sistema, en menos de cinco segundos. Esta caída provocó desconexiones automáticas en cascada. En el momento del evento, la energía solar fotovoltaica aportaba más del 55 % de la generación.

Las causas técnicas del apagón siguen bajo investigación. Sin embargo, desde el punto de vista de la planificación eléctrica, este tipo de situaciones plantea la necesidad de revisar la configuración del mix energético y las medidas de respaldo asociadas.

Fuentes firmes y no firmes: el equilibrio técnico

En ingeniería eléctrica se distingue entre fuentes firmes, que pueden generar electricidad de manera continua y gestionada (como la hidráulica con embalse, el gas natural, la nuclear o los sistemas de almacenamiento), y fuentes no firmes, cuya disponibilidad depende de condiciones variables (como la solar o la eólica).

Una elevada proporción de fuentes no firmes, sin mecanismos de compensación o respaldo, puede dificultar el mantenimiento de la frecuencia y la tensión del sistema eléctrico ante eventos inesperados.

El papel del almacenamiento en entornos fotovoltaicos

La producción fotovoltaica está concentrada en horas solares, mientras que los picos de demanda suelen producirse al atardecer y por la noche. Esta desincronización temporal puede compensarse mediante sistemas de almacenamiento energético que permitan conservar los excedentes generados y liberarlos posteriormente según la demanda.

Entre las tecnologías actualmente aplicadas destacan las baterías estacionarias, los sistemas de bombeo hidroeléctrico, las baterías de flujo y las soluciones térmicas. Estos sistemas se emplean tanto a escala residencial como industrial.

En España, existen proyectos que integran almacenamiento con generación solar, como en la planta de Puertollano. El uso de estas soluciones puede contribuir a mejorar la flexibilidad operativa de la red y facilitar una mayor integración de renovables en el sistema eléctrico.