Cada año, con la llegada del horario de verano, surge la pregunta de si realmente ayuda a reducir el consumo de energía. Aunque el impacto varía según distintos factores, la clave está en adaptar nuestros hábitos y optimizar el uso de la electricidad.
¿Qué implica el cambio al horario de verano y cuándo ocurre?
El horario de verano consiste en adelantar el reloj una hora para aprovechar mejor la luz solar durante el día. En España, este cambio ocurre el último domingo de marzo y se mantiene hasta el último domingo de octubre. El objetivo principal es reducir el uso de energía eléctrica en iluminación y calefacción, especialmente durante las tardes.
Más horas de luz natural, menos consumo eléctrico: ¿cómo afecta a la factura de la luz?
El ahorro potencial que se puede lograr con el cambio de hora depende de factores como los hábitos de consumo, la ubicación geográfica y el tipo de tarifa contratada. Al haber más horas de luz natural, por lógica se reduce la necesidad de usar luz artificial, lo que disminuye el consumo de electricidad. Sin embargo, para maximizar el ahorro es fundamental ajustar las rutinas y aprovechar las horas de menor coste energético.
Qué hábitos diarios puedes ajustar para gastar menos tras el cambio de hora
- Aprovecha al máximo la luz natural, retrasando el encendido de luces artificiales.
- Reduce el uso de calefacción, ya que el aumento de temperatura exterior disminuye la necesidad de calentar el hogar.
- Realiza tareas como cocinar, planchar o lavar en los horarios más económicos de tu tarifa eléctrica.
- Desenchufa dispositivos electrónicos que no estés usando para evitar el consumo fantasma.
Qué tipo de tarifa me permite ahorrar más
Las tarifas con discriminación horaria permiten aprovechar franjas de menor coste para reducir el gasto eléctrico.
Revisa tus nuevos horarios valle, llano y punta tras el cambio de hora
Con el horario de verano, los periodos de menor coste pueden cambiar. Es importante revisar los horarios de tu tarifa para concentrar el consumo en horas valle (las más baratas) y evitar las horas punta (las más caras). Normalmente, las horas valle se sitúan durante la madrugada y primeras horas del día, mientras que las horas punta coinciden con los momentos de mayor demanda eléctrica, como las tardes y primeras horas de la noche. Ajustar tus horarios de consumo según esta distribución puede ayudarte a reducir significativamente el coste de tu factura.
Programa lavadoras, lavavajillas o termos en las horas más baratas (valle)
Usar electrodomésticos de alto consumo en los periodos de menor coste puede suponer un ahorro significativo a final de mes. Dispositivos como la lavadora, el lavavajillas o el termo eléctrico pueden programarse para funcionar durante la madrugada, cuando la electricidad es más barata. Por ejemplo, una lavadora con una carga de 7 kg consume alrededor de 1,5 kWh por uso; si se traslada su funcionamiento a horario valle en lugar de horario punta, el ahorro podría oscilar entre 5 y 10 euros al mes, dependiendo del precio de la energía. Utilizar la función de programación de los electrodomésticos o enchufes inteligentes permite optimizar este ahorro sin esfuerzo.
Usa enchufes inteligentes o programadores para controlar el consumo automáticamente
Estos dispositivos te permiten gestionar el uso de energía de forma eficiente, apagando aparatos cuando no son necesarios y optimizando su funcionamiento en las horas más económicas. Por ejemplo, puedes conectar el termo eléctrico a un enchufe inteligente para que solo funcione en horario valle, reduciendo el consumo innecesario durante las horas punta. Además, los programadores también pueden utilizarse para apagar luces o electrodomésticos que suelen quedarse encendidos por descuido, evitando así el consumo fantasma y mejorando la eficiencia energética en el hogar.
¿Cuánto puedes ahorrar con estos cambios?
Dependiendo del tipo de tarifa y de los hábitos energéticos, los ahorros pueden ser considerables. Algunos ejemplos concretos de cómo el cambio de hora puede impactar tu factura eléctrica:
Simulación de ahorro en iluminación si se aprovechan 2h más de luz al día
Si una familia reduce en dos horas diarias el uso de luz artificial, podría ahorrar hasta un 10% en su consumo de iluminación mensual. Suponiendo que el consumo medio en iluminación es de 100 kWh al mes, esto se traduciría en un ahorro aproximado de 10 kWh mensuales, lo que equivale a unos 2-3 euros según la tarifa.
Comparativa de consumo en kWh si se adelantan ciertas rutinas
Adelantar el uso de electrodomésticos a horas de menor coste puede reducir el consumo hasta en un 15%, dependiendo del tipo de tarifa contratada. Por ejemplo, si una lavadora consume 1,5 kWh por ciclo y se usa 20 veces al mes, trasladarla a horario valle podría suponer un ahorro de hasta 5-6 euros al mes.
Casos de ahorro en hogares con tarifa de discriminación horaria frente a tarifa fija
Un hogar con discriminación horaria que concentre su consumo en horas valle puede ahorrar entre un 20% y un 30% en su factura mensual, en comparación con una tarifa fija. Por ejemplo, si un hogar gasta 300 kWh al mes y el 60% del consumo se traslada a horas valle, el ahorro podría oscilar entre 15 y 25 euros mensuales.
Consideración de climatización: menor uso de calefacción por más luz y temperatura exterior
El aumento de temperatura en primavera y verano reduce la necesidad de calefacción, lo que puede traducirse en un ahorro adicional de hasta un 25% en consumo de energía para climatización. Por ejemplo, si una vivienda gasta 50 euros al mes en calefacción, el ahorro podría alcanzar entre 10 y 15 euros al mes.
Beneficios adicionales del cambio de hora más allá del ahorro
El cambio de hora no solo influye en el ahorro de energía y la reducción de la factura eléctrica, sino que también aporta beneficios significativos en otros ámbitos. Desde la mejora del bienestar hasta la reducción del impacto ambiental, ajustar nuestros horarios al nuevo ciclo de luz natural puede generar efectos positivos tanto a nivel individual como colectivo.
Mejora en el bienestar y salud al aprovechar la luz natural
La exposición a la luz natural tiene efectos positivos en nuestro ritmo circadiano, ayudando a regular el sueño y mejorar el estado de ánimo. Además, un mayor tiempo de luz solar promueve la actividad física al aire libre, reduciendo el estrés y favoreciendo un estilo de vida más saludable.
Reducción de emisiones de CO₂ al consumir menos energía
Al reducir el uso de energía eléctrica, también disminuye la emisión de gases de efecto invernadero. Un menor consumo de electricidad significa menos demanda en centrales térmicas y una reducción en la huella de carbono, contribuyendo de manera positiva a la lucha contra el cambio climático.
Mayor eficiencia energética en espacios de trabajo y empresas
El cambio de hora no solo impacta el consumo energético en los hogares, sino que, como hemos visto, también puede generar ahorros significativos en oficinas, comercios e industrias. Las empresas pueden optimizar sus horarios de operación para aprovechar al máximo la luz natural, reduciendo la necesidad de iluminación artificial y calefacción.
En definitiva, aprovechar el cambio de hora para reducir el consumo eléctrico no solo beneficia a nuestro bolsillo, sino también al medioambiente y nuestra calidad de vida. Pequeños cambios en tus hábitos pueden marcar una gran diferencia en tu factura y en el medioambiente. ¿Listo para aprovechar al máximo la luz natural?
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