La rehabilitación de viviendas se ha convertido en una prioridad en el sector de la construcción, no solo por el ahorro económico que supone en las facturas energéticas, sino también por el impacto ambiental positivo que genera. La aplicación de materiales y sistemas de última generación permite mejorar la eficiencia energética de las viviendas y hacerlas más sostenibles.
Impacto de la rehabilitación de viviendas en el sector de la construcción
La rehabilitación de viviendas consiste en la renovación de edificios existentes con el fin de mejorar su eficiencia energética, confort y adaptarlos a las normativas vigentes. Esta intervención es clave para modernizar el parque inmobiliario, que en muchos casos presenta deficiencias en aislamiento térmico y sistemas energéticos obsoletos.
Los principales beneficios de la rehabilitación
- Ahorro energético. Mejora la eficiencia energética al reducir el consumo en calefacción y refrigeración.
- Sostenibilidad. Contribuye a la reducción de emisiones de CO2 y apoya los objetivos de sostenibilidad.
- Revalorización del inmueble. Aumenta el valor del edificio en el mercado inmobiliario.
- Acceso a subvenciones. Facilita el acceso a ayudas financieras como los fondos europeos Next Generation.
Datos del sector de la construcción
En 2023, la obra nueva en España experimentó una disminución del 7,2%, visándose 17,2 millones de metros cuadrados para este tipo de proyectos. Esta caída está relacionada con el aumento de los costes de construcción y la subida de los tipos de interés.
Por otro lado, la rehabilitación de viviendas creció significativamente. Por ejemplo, en el primer semestre de 2023, la superficie visada para rehabilitación aumentó un 41,9% respecto a 2019, impulsada por las ayudas europeas y el enfoque en la mejora de la eficiencia energética. Este incremento refleja un cambio hacia la modernización de las viviendas existentes, aprovechando incentivos económicos y beneficios medioambientales.
Rehabilitación de viviendas en España
En España, las obras más comunes en la rehabilitación de viviendas están enfocadas en la mejora de la eficiencia energética. Entre las reformas más demandadas se encuentran el cambio de ventanas y cerramientos, la instalación de sistemas de calefacción más eficientes, y la mejora del aislamiento térmico. Estas reformas tienen como objetivo principal reducir las fugas de calor, optimizar el uso de energía y mejorar el confort de las viviendas.
En cuanto a las cifras, la rehabilitación de viviendas ha experimentado un crecimiento significativo en 2023, con un aumento del 41,9% en la superficie visada para estas reformas, impulsada en gran parte por las ayudas de los fondos europeos Next Generation. Estas ayudas mencionadas están diseñadas para fomentar mejoras en la envolvente térmica, la sustitución de sistemas de calefacción y refrigeración, así como la instalación de energías renovables como paneles solares.
El objetivo principal de estas reformas es el ahorro energético, con la posibilidad de reducir el consumo en calefacción y refrigeración en torno a un 30% gracias a una mejor eficiencia en el aislamiento y los sistemas de climatización.
Materiales de última generación aplicados en rehabilitación externa
La combinación de estas mejoras permite una reducción significativa del consumo energético, mejora la calidad de vida en el hogar y contribuye al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética:
- El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) es una solución altamente eficiente para mejorar el aislamiento de las fachadas exteriores de las viviendas. Este sistema se basa en la instalación de paneles aislantes que cubren las superficies externas del edificio, lo que contribuye a evitar las pérdidas de calor en invierno y la entrada de calor excesivo en verano. Al proteger la envolvente térmica, el SATE no solo reduce el consumo energético, sino que también mejora el confort interior y prolonga la durabilidad de las fachadas al protegerlas de las inclemencias climáticas. Los ahorros energéticos asociados al uso del SATE pueden alcanzar el 30-40%, dependiendo del estado inicial del edificio y de la calidad de los materiales empleados.
- La sustitución de ventanas antiguas por modelos de doble o triple acristalamiento, junto con cerramientos eficientes, es esencial para reducir las fugas de aire y mejorar la eficiencia energética de una vivienda. Estas ventanas incluyen cristales de baja emisividad, diseñados para reducir la transmisión térmica, permitiendo la entrada de luz natural, pero minimizando la pérdida de calor. Este tipo de cristales combinados con marcos de PVC o aluminio con rotura de puente térmico son muy efectivos para mejorar el aislamiento y la estanqueidad, evitando que el aire caliente escape en invierno o entre en verano.
- Los cristales de baja emisividad están recubiertos por una fina capa que permite el paso de la luz, pero reduce la radiación térmica, ayudando a mantener una temperatura estable en el interior del hogar. En combinación con marcos de PVC o aluminio con rotura de puente térmico, se logra una reducción significativa de las fugas de aire, lo que optimiza la eficiencia energética y reduce la demanda de sistemas de climatización.
- La reducción de fugas de aire es también una de las intervenciones clave para mejorar la eficiencia energética de una vivienda. La instalación de cerramientos eficientes y ventanas de alta calidad permite sellar mejor la envolvente del edificio, lo que evita la infiltración de aire frío en invierno y el escape de aire acondicionado en verano. Con menos fugas de aire, las viviendas pueden mantener una temperatura interna más estable, lo que disminuye el uso de calefacción y aire acondicionado, generando un ahorro energético considerable.
- La rehabilitación de tejados es otra intervención fundamental para mejorar la eficiencia energética de una vivienda. Mediante el uso de materiales reflectantes o de alta capacidad aislante, como tejas reflectantes o paneles aislantes, se evita la transferencia de calor desde el exterior en los meses de verano y se minimiza la pérdida de calor en invierno. Este tipo de intervención no solo mejora el confort interior, sino que también puede reducir el consumo energético en climatización en torno al 30%, dependiendo del estado inicial del tejado y la calidad de los materiales utilizados.
Obras internas para mejorar la eficiencia energética
El aislamiento de muros y techos es esencial para mejorar la eficiencia energética de una vivienda. El uso de materiales como lana de roca, fibra de vidrio o paneles de poliuretano en paredes internas y techos ayuda a reducir significativamente las pérdidas de calor en invierno y a evitar el sobrecalentamiento en verano. Estos materiales actúan como barreras térmicas que mejoran el confort interior y reducen la necesidad de utilizar sistemas de calefacción y refrigeración, optimizando el consumo energético.
- Inyección de aislante en cámaras de aire. Para viviendas que ya cuentan con paredes dobles, la inyección de aislante en las cámaras de aire es una solución eficiente que no requiere grandes obras. Esta técnica permite mejorar el aislamiento sin necesidad de reformas mayores. Al inyectar aislante en el espacio entre las capas de las paredes, se mejora la eficiencia energética y se reduce el consumo de calefacción o aire acondicionado.
- Suelos con aislamiento y suelo radiante. El aislamiento de los suelos es otra medida eficaz para evitar pérdidas de calor. La instalación de suelo radiante ofrece un doble beneficio: no solo mejora el confort térmico, sino que también optimiza el uso de la energía, permitiendo una distribución uniforme del calor a menor temperatura.
- Puertas interiores aislantes. Las puertas interiores aislantes son una intervención clave para mantener la temperatura en estancias clave, como dormitorios o salas de estar. Colocar puertas con mejores propiedades aislantes evita la transferencia de calor entre habitaciones y permite mantener una temperatura estable, lo que reduce la necesidad de calefacción o refrigeración adicional. Esta mejora sencilla contribuye de manera significativa a la eficiencia energética del hogar.
Nuevos sistemas de climatización eficientes
Destacamos:
- Sistemas de calefacción y refrigeración por geotermia, aerotermia y biomasa. Los sistemas de climatización basados en energías renovables, como la geotermia , aerotermia o biomasa, son una excelente opción para reducir el consumo energético de las viviendas.
- Calderas de condensación. Las calderas de condensación son más eficientes que las calderas tradicionales, ya que reutilizan el calor de los gases de escape para calentar el agua.
- Sistemas de ventilación con recuperación de calor. Estos sistemas permiten ventilar la vivienda sin perder calor en invierno ni frío en verano, mejorando la calidad del aire interior y reduciendo el gasto energético.
Instalación de energías renovables para autoconsumo
- Paneles solares fotovoltaicos. La instalación de paneles solares es una de las reformas más efectivas para el autoconsumo. Los paneles solares fotovoltaicos permiten generar electricidad a partir de la energía solar, lo que puede reducir significativamente la factura eléctrica de una vivienda.
- Sistemas solares térmicos. Los sistemas solares térmicos son otra opción eficiente ya que aprovechan la energía del sol para calentar agua, reduciendo el consumo de combustibles fósiles.
- Acumuladores de energía. Los acumuladores de energía permiten almacenar la electricidad generada por los paneles solares para su uso posterior, lo que mejora la eficiencia del sistema y reduce la dependencia de la red eléctrica.
Coste de las obras de rehabilitación y amortización del ahorro energético
El coste de las obras de rehabilitación energética puede variar considerablemente según el tipo de intervención, pero los ahorros energéticos a largo plazo suelen compensar la inversión inicial. A continuación, te damos ejemplos numéricos basados en diferentes tipos de reformas y sus correspondientes ahorros.
Instalación de aislamiento térmico exterior (SATE)
- El coste de instalar un sistema SATE ronda los 60-120 €/m². Para una vivienda de 100 m2, el coste total puede oscilar entre 6.000 y 12.000 €.
- El ahorro energético esperado es de hasta un 30-40%, lo que puede traducirse en una reducción anual de 300 a 600 € en la factura de calefacción y refrigeración, dependiendo del clima y del estado inicial del aislamiento.
- La inversión podría amortizarse en un plazo de 10 a 15 años.
Sustitución de ventanas por modelos eficientes
- El coste de instalar ventanas con doble o triple acristalamiento y marcos con rotura de puente térmico oscila entre 350-600 € por ventana. Para una vivienda con 10 ventanas, la inversión sería de 3.500 a 6.000 €.
- El ahorro energético puede ser del 25%, lo que supone entre 250 y 400 € anuales de ahorro en las facturas.
- El plazo de amortización estaría entre 10 y 15 años, dependiendo del consumo energético anterior.
Suelo radiante
- La instalación de suelo radiante cuesta alrededor de 50-100 €/m2, lo que significa un coste total de entre 5.000 y 10.000 € para una vivienda de 100 m2.
- Este sistema puede reducir el consumo de energía en un 20-30%, lo que supone un ahorro de 200-400 € anuales.
- La amortización se puede lograr en un plazo de 10 años, gracias al confort térmico y a la eficiencia que proporciona.
Rehabilitación de tejados
Aunque todos estos costes iniciales pueden parecer elevados, las obras de rehabilitación energética permiten obtener un ahorro significativo en las facturas energéticas y, con el tiempo, recuperar la inversión. Dependiendo del tipo de intervención, los plazos de amortización suelen estar entre 8 y 15 años, lo que convierte estas reformas en una inversión rentable tanto para la economía del hogar como para el medio ambiente.
Marco europeo y subvenciones para la rehabilitación de edificios y viviendas
En el contexto europeo, la rehabilitación energética de viviendas es una prioridad para cumplir con los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética. En España, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) ofrece subvenciones para la rehabilitación de viviendas, cubriendo un porcentaje del coste total de las obras. Estas ayudas están diseñadas para incentivar la adopción de medidas que mejoren la eficiencia energética de los edificios, como el aislamiento térmico, la sustitución de sistemas de climatización o la instalación de energías renovables.