Fácil mantenimiento
Las instalaciones de autoconsumo tienen una vida útil de 25 años, pero con un correcto mantenimiento es posible alargarlas unos años más.
Su mantenimiento es tan sencillo como mantener las placas limpias y revisar que no tengan ningún tipo de grietas o alteración y una vez al año revisar el tanque de acumulación.
Reducción de emisiones de CO2
La instalación de autoconsumo fotovoltaico en la industria reduce directamente las emisiones de CO2 y dióxido de azufre entre otros gases nocivos para el medio ambiente, frenando así el cambio climático.
Por lo tanto, los tradicionales combustibles fósiles como el carbón o los derivados del petróleo se sustituyen por energía limpia. Estos compromisos suelen contar además con el apoyo de administraciones locales, autonómicas o estatales para su instalación y gestión.
Descentralización
La generación eléctrica descentralizada o distribuida, posee ventajas sobre la centralizada, como la generación y el consumo en el mismo punto o muy cerca, por lo que desaparecen prácticamente las pérdidas por transporte reduciendo costes.
La fuente de energía es abundante
Nuestro país se conoce como país del sol, es decir que no vamos a tener problemas para obtener grandes cantidades de ‘materia prima’ para generar energía, siempre teniendo en cuenta en que parte de la península vivimos dónde ya que no es lo mismo vivir en Galicia que en Andalucía
Recuperación de la inversión
Una empresa tarda en amortizar la inversión de las placas entre 5 y 7 años teniendo un restante de entre 18 y 20 años de beneficio, además hay que tener en cuenta que el precio de las placas disminuye poco a poco con el paso de los años por lo que el tiempo de amortización ira disminuyendo.